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Carl Lentz y el absurdo de la superioridad moral.

  • Foto del escritor: Alex Juárez
    Alex Juárez
  • 13 nov 2020
  • 4 Min. de lectura

De mis casi 34 años de vida, he pasado 28 dentro del mundo de la iglesia cristiana y tal vez unos 8 años cuestionando, deconstruyendo y recalculando el insignificante círculo relevante cristiano.


De maneras inexplicables ésta noticia pone en evidencia una vez más que la religión no puede ser y tampoco es un eje o termómetro moral para poder calcular que tan buena o mala es una persona, en especial si la misma se encuentra dentro de los pocos influyentes de la religión cristiana.


Carl Lentz, un pastor y predicador conocido y admirado por muchos cometió el maldito error de ser humano, de que su carne se manifestara en el momento menos oportuno, el maldito error de ser infiel a su esposa, y dicho por Hillsong mismo "fallar en el liderazgo". No cabe duda que el modo de vida que el cristianismo profesa obedece a intereses más poderosos de los que cree; en otras palabras es una religión de blancos.


Hace meses, Carl Lentz fue el primer personaje público, famoso y cristiano que acaparó múltiples de sus reuniones e influencia para abordar el tema "Black Lives Matter" y nadie está hablando de esto, por el contrario, cristianos están orando, reprendiendo, declarando y decretando que Donald Trump permanezca en la presidencia de Estados Unidos por el simple hecho de estar en contra del matrimonio igualitario y en contra del aborto. Cristianos, de verdad seguimos creyendo en esto?


La supremacía Blanca en el cristianismo es más evidente a partir de que Hillsong callara la voz de Carl Lentz quien se pronunciaba a favor del movimiento BLM, ello en virtud de que Hillsong dobló su rodilla a la voluntad y capricho de Trump, a cambio de benéficos para sus sedes en Estados Unidos. Siendo honesto me da asco, porque cada día que pasa la iglesia comienza a transitar en una superficialidad tan grande disfrazada de espiritualidad, provocando una generación de cristianos idiotas, seguidores de figuras publicas en skinny jeans y forradas de tatuajes, con mensajes huecos llenos de frases "relevantes" porque "que hueva leer la Biblia".


El cristiano hoy condena la infidelidad pero aplaude la intolerancia, defiende la familia y promueve un odio brutal al homosexual, es pro vida hasta que a sus hijas les toca ir a la cárcel por practicarse un aborto clandestino producto de una violacion; los contrastes tan absurdos de la vida del cristiano, que anhela y muere por ser relevante, mientras que en su ibterior subsiste el peor de los males, la superioridad moral cristiana; un concepto al cual nos aferramos con uñas y dientes, que nos hace creer que somos privilegiados en comparación a otras creencias, religiones o estilos de vida. Un concepto que produce que nos pavoneemos por la vida recitando versículos bíblicos y señalando los errores de los demás, contando de dónde Dios nos sacó, o bien "disertando teología", y es así como los cristianos evangélicos nos hemos vuelto un increíble dolor de cabeza para nuestros cercanos.


Es una pena ver las redes sociales plagadas de comentarios donde se menciona a Carl Lentz, poniendo en tela de juicio su relación con Dios con base en un error, un maldito error, apostando incluso que el siguiente de la lista en caer es Steven Furtick, pero aplaudiendo el divorcio de Guillermo Maldonado quien alguna vez dijo que Dios le había revelado que la cuarta persona de la trinidad era la Biblia.


Sabes, que nos valga madres si Lentz mueve o no un dedo. Necesitamos comenzar a salir de la burbuja cristiana llamada iglesia relevante, para poder comprender que la problemática no es la infidelidad ni la mala administración de la iglesia, el problema es que tanto los mal llamados líderes como los mal nombrados congregantes o "los del montón" según algunos "Podcasters cristianos" hemos puesto los ojos en algo ajeno a Jesús, es decir en la celebridad local llamada pastor/predicador/motivador/coach de vida.


Nadie se escapa de resbalar en esta vida. El que crea estar firme es el que debe de andar con más cuidado, y es este pensamiento el que hace que creamos que Jesús nos hace superiores a los demás, circunstancia que no es así, pues "el que quiera ser primero deberá ser el último" el que sirve a todos, y "de los pecadores... yo soy el peor de todos".


Carl Lentz cometió un error, tal vez repetidas veces. Qué sucede si el día de mañana tus pastores fallan en la misma área, o tus padres, o tú?


La idolatría cristiana ha sustituido las imágenes con predicadores y la santa inquisición con las redes sociales, porque en redes yo me porto bien, subo mi versículo del día, tomo mi foto en Instagram tomando un Chai latte super vegano con mi Biblia a un lado, caption "tiempo con Dios". Eso sí, ay de aquel figurin pastoral que se atreva a fallar; listos siempre para atacar y emitir nuestro pedazo de opinión, como si valiera tanto. Cristiano ubicate en tu realidad.


Irónico que, cuando llega la noche y estamos a solas, el corazón se vuelca por unos instantes a la realidad, volteando a ver a nuestros propios demonios y pecados, y ahí, ni las frases en Facebook, ni las fotos de Instagram, ni el predicador relevante va a estar para satisfacer mi necesidad, es más ni tu contribución de opinión del día podrá con tanta verdad cruda.


Que carajos nos hace superiores a los demás? La teología? Que burla!!!


Carl Lentz cometió el maldito error de ser humano, y nosotros el maldito error de ser religiosos ridículos con un sentido moralino mucho más cerca del odio que del amor al prójimo. Cometió el error de ser pastor en la época de la corrección política, la falta de gracia y la cancelación.


Nosotros cometemos el constante error de seguir a todos menos a Jesús.


Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.


ALEX JUÁREZ






 
 
 

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