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POR QUÉ ESTUDIAR UN POCO DE TEOLOGÍA? (Escrito por mi padre Alejandro Juárez)

  • Foto del escritor: Alex Juárez
    Alex Juárez
  • 8 ago 2019
  • 7 Min. de lectura

Como justificación diré que este esfuerzo pretende básicamente abrir un panorama general de lo que Teología, específicamente Evangélica o Bíblica trata o es. Y sobre todo dejar al final un beneficio práctico, que sea útil a ustedes amigos lectores.


¿Por qué estudiar un poco de teología? Bueno, podemos mencionar dos vertientes:

La primera tiene que ver con el desarrollo personal; esto es, profundizar un poco acerca de Dios y lo que de Él emana.


La segunda, que en realidad resultaría de la primera tiene que ver con poder filtrar o tamizar la información que recibimos de otras personas respecto a Dios.


En mi opinión, cada vez es más común leer y escuchar exposiciones que nos confunden, que nos hacen dudar, y en ocaciones con el tiempo nos decepcionan.


Una gran variedad de estudiosos, de diversas épocas, consideran que aplicar metodologías mas objetivas y críticas, y menos ligadas al emocionalismo y a practicas empíricas al estudiar el contenido de la Biblia resulta enriquecedor, inspirador y sorprendentemente revelador.


Comencemos con algunas definiciones:


La teología cristiana o dogmática —el término técnico— es la rama de la ciencia teológica cuyo objetivo es exponer sistemáticamente las doctrinas de la fe cristiana. El término teologíase deriva de las palabras griegas theos;y logos queoriginalmente significaban “discurso acerca de Dios”.


“Es la ciencia de Dios y de las cosas divinas, basada en la revelación hecha a la humanidad por medio de Jesucristo, y que se ha sistematizado de diversas maneras en la iglesia cristiana”


“La teología cristiana o dogmática, como se le llama técnicamente, es la rama de la ciencia teológica cuyo objetivo es expresar de modo sistemático las doctrinas de la fe cristiana” (William Adams Brown).


“La teología dogmática trata de las doctrinas de la fe cristiana sustentadas por una comunidad de creyentes, en otras palabras, la iglesia” (Martensen).


“Teología es la presentación de los hechos bíblicos en su propio orden

y en relación con los principios o verdades generales implícitos en los hechos mismos, los que impregnan y armonizan el todo” (Charles Hodge).


“La teología es la ciencia de Dios y de las relaciones entre Dios y el universo” (Augustus Hopkins Strong).


“La teología sistemática es esa área del sistema total de la teología que debe resolver el problema que plantea la fe cristiana misma: la presentación del cristianismo como verdad” (J. A. Dorner).


“La teología cristiana es el tratamiento intelectual de la religión cristiana”

(William Newton Clarke).


“La teología es un discurso acerca de Dios en su relación con los seres morales y con el universo que creó” (A. M. Hills).


“Se puede definir la teología como la exposición sistemática y la justificación

racional del contenido intelectual de la religión” (Albert C. Knudson).


“La dogmática se ocupa de las enseñanzas doctrinales de la religión cristiana. Es la presentación sistemática y científica de la doctrina del cristianismo en armonía con la Biblia y en consonancia con las confesiones de la iglesia” (Joseph Stump).


“La teología sistemática es la presentación científica unificada de la

doctrina cristiana en su relación tanto con la fe como con la moral” (George R. Crooks y John F. Hurst).


Wakefield, define la teología como “la ciencia que trata de la existencia, el carácter y los atributos de Dios; sus leyes y gobierno; las doctrinas que hemos de creer, el cambio moral que debemos experimentar y los deberes que se nos demanda que cumplamos”.


Alvah Hovey, llamado “el gran teólogo bautista”, menciona: “Por teología cristiana entendemos la ciencia de la religión cristiana, o la ciencia que comprueba, justifica y sistematiza toda verdad obtenible concerniente a Dios y a su relación, por medio de Cristo, con el universo y especialmente con la humanidad”.


Podemos resumir, considerándolos diversos aspectos mencionados que: “La teología evangélica, bíblica o cristiana es la presentación sistemática de las doctrinas de la fe cristiana”.


Para poder conocer a Dios, es necesario que Dios nos sea revelado, y un error grave es creer o pensar que la teología “descifra” a Dios.


En el libro de Job, capitulo 11 leemos que Zofar, le pregunta a Job:

“Job, ¿Descubrirás tú los secretos de Dios?" (Job 11 :7)”. Esta pregunta presenta el problema eterno de la teología: ¿Cómo puede la criatura mortal conocer a su creador invisible? ¿Puede el hombre conocer y descubrir a Dios y saber las verdades pertinentes a él, empleando sus limitadas capacidades de observación, intuición y razón? o, ¿es necesario, como dice Lutero, que el Deus absconditus(el Dios escondido) tome la iniciativa para llegar a ser el Deus revelatus(el Dios revelado)? Sin la revelación de Él, la humanidad no puede descubrirle ni conocer con certeza Sus verdades.


Nuestra humanidad, en todo tiempo, busca tener control de todo lo que le rodea.

Dominar mediante las ciencias y el conocimiento de ciertos fenómenos naturales, hace que el hombre busque someter a otro hombre, ya sea ejerciendo fuerza física, psicológica, económica o desentrañando los secretos del genoma humano, para luego buscar como ejercer control; es evidente que existe en el ser humano la necesidad de aprovecharse en algún momento de la situación y la historia es testigo de esto. Además, existe nuestra insaciable necesidad de saber, conocer, y luego si se puede, dominar, controlar, someter o por lo menos entender para estar al mismo nivel que otra persona y a partir de ahí negociar, estudiar, y obtener algún beneficio.


Ahora bien, que dispara esta necesidad de tratar de conocer? La respuesta es el miedo, el temor a lo desconocido, el saber que eso que existe esta fuera de nuestra mano, pero sobre todo, que aquellas cosas se pueden estudiar y así tratar de disipar ese temor, esa frustración u otra sensación similar. Aclarando, no todo lo descubierto nos lleva a malos resultados, pero no podemos negar que cuando el hombre descubrió que con una roca podía matar a sus semejantes todo cambió.


Dios no está exento de esta necesidad nuestra, muchas ramas de la ciencia al no tener las pruebas que satisfagan sus teorías de demostrar sus limitaciones o existencia, terminan por dictar largos tratados tendientes a negar la existencia de Dios.


“Todos los intentos humanos de descubrir a Dios han sido infructuosos”.

-J. Gresham Machen.-


No obstante lo anterior la Biblia es muy clara en cuanto a Dios, su revelación y el conocimiento que da a conocer a la humanidad.


El Salmo 19 comienza diciendo: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos".


Pablo en Romanos 1:19-20 habla sobre el castigo que espera a quienes «detienen con injusticia la verdad»: "porque lo que de Dios se conoce es manifiesto entre ellos, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y divinidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa".


Por otra parte, leemos en Hebreos 11:3: "por la fe entendemos que el universo fue enteramente organizado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles".


Lo anterior nos muestra las tres formas de la revelación general:


1.- Dios se revela a través de la creación, por medio de la naturaleza.


"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos ... No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz" (Sal. 19: 1,3,4) .


La creación insinúa un creador. La naturaleza también manifiesta la providencia de

Dios.


Pablo afirma que Dios "no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría

nuestros corazones" (Hechos 14:27).


De la misma manera el apóstol en Hechos 17:24-28 dice: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitara de algo, pues él es quien da a todos vida, aliento y todas las cosas. De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación, para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarlo, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos, nos movemos y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: "Porque linaje suyo somos".


De este último pasaje, B. A. Demarest nota seis verdades acerca de Dios que se manifiestan a través de la revelación general:


a) Dios es creador y soberano del universo: Hch. 17:24.

b) Es todo suficiente: v. 25.

c) Es fuente de vida y bien: v. 25.

d) Es un ser inteligente, o sea aquel que formula planes: v. 26.

e) Es inmanente en el mundo: v. 27.

f) es la fuente y el fundamento de la existencia humana: v. 28.


2.- Dios se revela a través de la constitución del hombre.


La naturaleza humana también señala que hay un ser supremo e indica algunas de sus características. Puesto que Dios creó al hombre a su imagen, éste es la más noble de sus criaturas y parte de la revelación divina.


La constitución humana señala que Dios tiene atributos de personalidad tales como inteligencia, emociones, la capacidad de elegir y comunicarse con otros. Si no fuera así, el creador sería menos que la criatura.


En Romanos 2:14-16, el apóstol Pablo menciona la “ley escrita” en el corazón del hombre (la moralidad natural y la conciencia), la cual indica que su creador es un ser moral.


Por último, el hombre posee instinto que le hace propenso a creer en lo sobrenatural.

¿De dónde recibió esta inclinación o necesidad? De su creador, y esto parece apunta a la existencia de Dios.


3.- Dios se revela a través de Jesucristo, su Hijo.


Durante su estadía entre la humanidad Jesús, hizo referencia una y otra vez, de Dios, su Padre, dijo que quien lo conoce a el, conoce a Dios.


Jesús es la imagen visible del Dios invisible.


Jesús, vive en el seno del Padre, y por esa intimidad o cercanía conoce al Padre mucho más que nosotros, es decir, Jesús es el único que sabe quién es: "nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar" (Mateo 11:27).


Jesús es el Hijo de Dios y el verbo que se hizo carne, y al encarnarse puede decirnos en términos humanos, audibles y visibles quién es Dios. Él es el único que conoce y posee la vida íntima del Padre, y es en el Hijo, donde reside la plenitud de la divinidad.


Descubrir a Dios no depende de nosotros, esto propio y exclusivo de Dios, es decir que y cuanto debemos conocer de Dios, depende de Él. En el libro de Isaías 55:8-9 claramente nos dice que por más que busquemos y queramos develar de Dios más de lo que Él nos permite, estaremos tan lejos como de la tierra el cielo:


“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”


Nos leemos en la siguiente entrega.


ALEJANDRO JUÁREZ SR.


 
 
 

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